Hace mucho tiempo que la presencia del PC en el salón es una realidad palpable, y de aquí a pocos años considero que el concepto de set-top-box entrará a formar parte de nuestras vidas y del salón de casa- aunque probablemente no con ese nombre – como lo ha hecho la tele, el vídeo o el reproductor de DVD. El futuro en mi opinión está claro como el agua: los llamados HTPCs (Home Theater PCs) acabarán utilizándose de forma masiva en el hogar y sustituirán a todos los electrodomésticos que existen actualmente y que nos complican la existencia con miles de mandos y normas distintas. Es algo que tengo tan claro como lo que pensaba de los reproductores MP3 basados en disco duro o memorias Flash – recuerdo los primeros Rio 300 y el Archos Jukebox 20 que llegaron a PC Actual – o con el ocaso de una Palm a la que en mi opinión le queda muy poco de vida: lo que está sucediendo tenía que suceder.
Pero hasta que eso suceda, por el momento la presencia de los PCs en el salón es más bien cosa de friquis. Algunos países disponen de dispositivos especializados – probablemente el fantástico y polémico TiVoestadounidense es el más famoso de todos ellos – y servicios que acercan lo que un PC puede hacer en el salón, pero por lo general las comunidades de usuarios HTPC de todo el mundo siguen un camino distinto, mucho más cercano a la ‘bricomanía digital‘ en la que poner en marcha estos equipos y todas sus prestaciones es más una afición que un mercado establecido.
De hecho, cuando me decidí a construir un HTPC para nuestra casa (¡pipi!), ya había tenido varios encuentros con los PCs de salón, pero las soluciones que había probado nunca me habían convencido del todo, y es que en el mundo de los HTPCs existe una ventaja extraordinaria que a la vez es también una desventaja: las opciones son infinitas. Desde los componentes elegidos hasta el sistema operativo y software disponible, las opciones son múltiples, y eso hace que haya información demasiado dispersa que dificulta una solución única, estándar y fiable por la que uno pueda apostar con total seguridad. Cuando comencé a pensar seriamente en la construcción y configuración de mi HTPC leí mucho y me documenté más, pero aún sigo teniendo claro que en este campo existe aún mucho por explorar: la configurabilidad y prestaciones de estos sistemas es extensísima, y cuando uno cree que ya ha terminado se da cuenta de que le puede sacar aún mucho más partido a este tipo de soluciones.
Así pues, espero que esta guía os oriente un poco a la hora de decidiros a construir un sistema de estas características: una vez comencéis a meteros en este proyecto, os daréis cuenta de lo mucho que se puede aprender, y de que esto engancha. Y mucho. Esta guía me está dando más trabajo del que esperaba, así que por el momento solo he logrado completar el apartado hardware, en el cual hablo de todos los componentes necesarios para construir un Media Center. La segunda ‘mitad’ del reportaje estará dedicada al software, así que id preparándoos
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