lunes, 28 de mayo de 2012

2. Componentes hardware (II) Construye tu propio HTPC

Tras analizar los componentes que más personalidad le dan a nuestro HTPC – caja, gráfica y tarjeta de sonido – paso a hablar de otros componentes igualmente destacables, pero que suponen el verdadero corazón del sistema.
4. Procesador
El mundo de los microprocesadores está en uno de los puntos más álgidos de la historia, y aunque ya he hablado de ello en el blog en numerosas ocasiones, la batalla actual entre Intel y AMD no hace más que beneficiarnos a los usuarios. Sin embargo y pese a quien pese, actualmente sólo puedo recomendar procesadores de Intel, que con su nueva microarquitectura Intel Core 2 ha provocado que su competidora muerda el polvo una y otra vez con sus Athlon X2. De hecho la reciente aparición de los Barcelona y de la nueva microarquitectura K10 de AMD no parece que vaya a hacer cambiar las tornas.
Lo que sí es cierto es que en la actualidad no os hará falta un súper-procesador para montar un HTPC, aunque siempre se agradece la presencia de un micro potente si después vais a realizar operaciones de compresión de vídeo sobre las hipotéticas grabaciones que realicéis. Sea como fuere, los Intel Core 2 Duo son la mejor opción sin lugar a dudas – según mi experta opinión :-) y aunque los AMD Athlon 64 x2 pueden cumplir con las pretensiones de cualquiera, la potencia y prestaciones de Intel le hacen para mí el único candidato válido hoy en día. No solo para un HTPC, sino para cualquier equipo, algo que me duele especialmente teniendo en cuenta que llevo prácticamente toda mi vida apostando por AMD.
Así pues, en mi caso elegí un micro de lo más modesto: un Intel Core 2 Duo 4400 de la serie ‘Allendale’, un chip dual-core a 2 GHz por núcleo y que me ofrece todo lo que necesito por un precio realmente bajo. Podría haber ido a por un 6000 bajito, pero pensé – y he confirmado después – que en un HTPC vuelve a primar la eficiencia sobre la potencia: un procesador de gama media permite no tener que recurrir a complejos sistemas de refrigeración para enfriar el equipo y reducir el ruido al máximo. De hecho, he acabado utilizando el disipador y ventilador de Intel que venía con el micro, y mientras que el calor disipado se mantiene en unos márgenes razonables, el ruido generado es prácticamente imperceptible desde el sofá.
5. Placa base
Las opciones en cuanto a placa madre dependerán del tipo de caja que hayáis elegido. Ya he mencionado que mis necesidades – un sistema con capacidad de expansión – descartaban elegir una caja de pequeño formato, así que en realidad cualquier placa madre convencional en formato ATX servirá para nuestro propósito. O más bien, cualquiera que se ajuste a nuestros requisitos. Aquí dependemos del procesador que hayamos elegido, y como yo he optado por Intel Core 2 Duo (Socket 775) debía buscar una alternativa específica. Aquí me temo que no realicé búsqueda alguna por una sencilla razón: tenía una placa que me regalaron en el trabajo, así que no me compliqué la vida para ahorrarme un poquito del coste final. La placa además no está mal del todo: una MSI 975X Platinum PowerUp Edition.
La placa en sí misma no es una maravilla, sobre todo porque ofrece tan sólo 2 ranuras PCI. Esto limita totalmente las futuras expansiones, así que si podéis elegir – yo no quise ir más allá – os recomendaría que apostárais por una placa con más ranuras PCI y un buen montón de puertos USB 2.0. Si además tenéis conectividad WiFi integrada – algo que es raro entre los fabricantes de placas madre, y que a mí me revienta – mejor que mejor, porque estar conectados a Internet es vital en estos equipos.
Aparte de las consideraciones prácticas, es obvio que tener una placa madre a la última puede aportar prestaciones interesantes. El chipset es el apartado más importante, y aunque hace poco han salido los P35 de Intel – con soporte de memoria DDR3 - yo iría por ahora por ofertas más consolidadas como los excelentesP965 o G965, que han demostrado su valía en diversos campos, incluido el de los jugones. El soporte para controladoras RAID – algo que tiene una utilidad discutible en estos equipos en mi opinión – también puede ser de interés, pero como ya he dicho antes, olvidaos del sonido integrado y de configuraciones SLI/CrossFire, que en equipos HTPC no tienen ningún sentido… a no ser que queráis ver la tele en cuatro pantallas distintas a la vez, claro.
6. Memoria
Aquí las opciones vuelven a ser infinitas, pero está claro que la mayoría de los sistemas actuales vendrán preparados para módulos de memoria DDR2. Dado que no se trata de equipos de alto rendimiento ni orientados a los jugones o a tareas tan especiales, me olvidaría de los módulos de altas prestaciones e iría a por un buen par de módulos de memoria DDR2 de algún fabricante reconocido. Dado el precio actual de estos componentes, no os será difícil encontrar este tipo de módulos por unos 100-120 euros, y os aseguro que con 2 GB tendréis cubiertas vuestras necesidades durante una larga temporada.
Yo no lo tenía demasiado claro, pero dado que compré el micro en NewEgg todo me salió a pedir de boca porque había un ‘pack’ en el que me incluían dos módulos OCZ PC6400 que conectados a las ranuras adecuadas de la placa madre aprovechaban las ventajas de la memoria de doble canal – algo que cualquiera puede hacer siguiendo las instrucciones del manual – y que dan un rendimiento del que no me puedo quejar.
7. Discos duros
Hay un serio problema con los discos duros actuales: el ruido. Aunque hay métodos para minimizar este apartado, lo ideal en un HTPC es contar con dispositivos con la mayor capacidad posible y que además generen el menor ruido y vibración posible. Y si hay unos discos famosos por ofrecer ambas cosas, esos son los Samsung SpinPoint, y yo opté por comprar dos unidades del HD501LJ de 500 GB, así que con un tera voy servidito durante una temporada en este apartado :-D
Lo de tener dos discos duros iguales no es ni mucho menos para aplicar alguna configuración RAID, algo que ya he dicho que en mi opinión no es útil para un HTPC. La idea es tener un disco llenito de películas (en esos formatos alternativos que tanto nos gustan), música y fotos, mientras que el otro sirve de dispositivo de almacenamiento auxiliar, sobre todo en el tema de grabaciones de programas de TV. Más de esto más adelante.
8. Unidad de DVD
Es obvio que entre las cosas que haréis en este HTPC se encuentra la reproducción de DVD-Vídeo, así que la inclusión de una regrabadora de DVDs es obligatoria. Aquí debería entrar en la consideración de las nuevas unidades BD HD DVD, pero por el momento no aspiro a reproducir dichos formatos en mi HTPC – algo que además haría necesaria una gráfica con soporte HDCP, y no es mi caso – por lo que si alguien quiere hacer comentarios al respecto está invitado. Como comentaba, la reproducción de pelis en DVD es una de las joyas de cualquier HTPC, así que necesitamos una unidad fiable. Yo opté por una Pioneer DVR-112D que entre otras cosas tenía el frontal de color negro, pero que además ofrece excelentes posibilidades a la hora de aprovecharla como regrabadora de DVDs, con firmwares ‘libres’ excepcionales y un soporte de medios de grabación notable.
Como nota adicional, debo añadir que una de las cosas que los usuarios de HTPC suelen hacer para minimizar el posible ruido que provocan estas unidades es configurar la velocidad de lectura de la unidad. Para ello existen aplicaciones como Nero DriveSpeed, que permite precisamente ‘frenar’ esa velocidad de lectura, ya que durante la reproducción de DVDs no es necesario que las tasas de transferencia sean altísimas.
9. Fuente de alimentación
De nuevo prima el silencio: no queremos que nuestra fuente de alimentación esté contínuamente bufando, así que lo ideal es apostar por un modelo que ofrezca potencia suficiente – a ser posible, con cierto margen para que siempre tengamos de sobra – y que además sea lo más silenciosa posible. Como en otros apartados aquí existen una buena cantidad de opciones de fabricantes como BeQuiet, SeaSonic, Antec y un largo etcétera, pero yo aposté por una BeQuiet StraightPower de 550W con la que estoy impresionado: no se oye nada. Cero.
A ello contribuye el hecho de que en realidad este HTPC no está hecho para ser una bestia del cálculo, sino que dispone únicamente de lo estrictamente necesario para su funcionamiento: la gráfica no consume demasiado, ni el procesador tampoco, así que estos dos componentes – verdaderos tragones en otros PCs – permiten que la fuente de alimentación se relaje y pueda trabajar sin ruido alguno.
Índice del reportaje

No hay comentarios:

Publicar un comentario