jueves, 15 de diciembre de 2011

Estructura lógica disco duro

ESTRUCTURA LÓGICA DE UN DISCO DURO:

La estructura lógica de un disco duro esta formado por:
  • Sector de arranque.
  • Espacio particionado.
  • Espacio sin particionar.
Sector de arranque: Es el primer sector de un disco duro en él se almacena la tabla de particiones y un programa pequeño llamado Master Boot. Este programa se encarga de leer la tabla de particiones y ceder el control al sector de arranque de la partición activa, en caso de que no existiese partición activa mostraría un mensaje de error.
Espacio particionado: Es el espacio del disco que ha sido asignado a alguna partición.
Espacio sin particionar: Es el espacio del disco que no ha sido asignado a ninguna partición.
  • A su vez la estructura lógica de los discos duros internamente se pueden dividir en varios volúmenes homogéneos dentro de cada volumen se encuentran una estructura que bajo el sistema operativo MS-DOS es el siguiente:
Sector de arranque (BOOT).
Tabla de asignación de ficheros (FAT)
Una o más copias de la FAT
Directorio raíz.
Zona de datos para archivos y subdirectorios.
Cada zona del volumen acoge estructuras de datos del sistema de archivos y también los diferentes archivos y subdirectorios. No es posible decir el tamaño de las diferentes estructuras ya que se adaptan al tamaño del volumen correspondiente.
A continuación vamos a definir cada una de las estructuras mostrada en el cuadro.
1.-Sector de arranque (BOOT): En el sector de arranque se encuentra la información hacerca de la estructura de volumen y sobre todo del BOOTSTRAP-LOADER, mediante el cual se puede arrancar el PC desde el DOS. Al formatear un volumen el BOOT se crea siempre como primer sector del volumen para que sea fácil su localización por el DOS.
2.-Tabla de asignación de ficheros (FAT): La FAT se encarga de informar al DOS que sectores del volumen quedan libres, esto es por si el DOS quiere crear nuevos archivos o ampliar archivos que ya existen. Cada entrada a la tabla se corresponde con un número determinado de sectores que son adyacentes lógicamente en el volumen.
3.-Uno o más copias de la FAT: El DOS permite a los programas que hacen el formateo crear una o varias copias idénticas de la FAT, esto va a ofrecer la ventaja de que se pueda sustituir la FAT primaria en caso de que una de sus copias este defectuosa y así poder evitar la perdida de datos.
4.-Directorio Raíz: El directorio raíz representa una estructura de datos estática, es decir, no crece aún si se guardan más archivos o subdirectorios. El tamaño del directorio raíz esta en relación al volumen, es por eso que la cantidad máxima de entradas se limita por el tamaño del directorio raíz que se fija en el sector de arranque.
5.-Zona de datos para archivos y subdirectorios: Es la parte del disco duro donde se almacenan los datos de un archivo. Esta zona depende casi en su totalidad de las interrelaciones entre las estructuras de datos que forman el sistema de archivos del DOS y del camino que se lleva desde la FAT hacia los diferentes sectores de un archivo.

Los platos magneticos

Los Platos Magnéticos

Platos es donde se almacena la información en un disco duro, son de un material rígido, en contraste con la delgada capa plástica de los disquetes Dichos platos son de aluminio, con un diámetro que se ha ido reduciendo gradualmente, e la par que se he incrementado la capacidad de almacenamiento: han pasado de 5.25 pulgadas en las primeras unidades a 3.5 de los discos más usuales en maquines de escritorio y e un tamaño de 2.5 ó 1.8 pulgadas para las maquinas portátiles.
Si bien el aluminio ha sido durante mucho tiempo el material mas utilizado, conforme ha ido avanzando la tecnología de construcción de cabezas magnéticas, ha mostrado serias limitaciones, sobre todo en le producción de superficies cada vez más planas y perfectamente lisas Ante este situación, los fabricantes de discos duros están experimentando con nuevos materiales, como el vidrio y componentes cerámicos de alta tecnología. Por ahora, el problema de estos materiales alternos es su alto costo.
Para almacenar información, la superficie de los platos es recubierta con un material capaz de grabar por tiempo indefinido campos magnéticos de niveles apreciables; en este especto, los fabricantes han utilizado dos técnicas: le primera (utilizado desde los discos duros más antiguos) consiste en un depósito de partículas de óxido de hierro sumergidas en una solución adhesiva, misma que se aplica en el centro de los platos girando e alta velocidad, de tal manera que por fuerza centrífuga el material se distribuye de manera uniforme sobre toda le superficie. Con esto se consigue une capa de aproximadamente 70- 80 micras de grueso, con un acabado café opaco.
Los discos más nuevos utilizan una técnica mas avanzada, conocida como "de capa delgada", pues es más fina, a la vez que más consistente y uniforme que la anterior, permitiendo mayores densidades de grabación y una mayor durabilidad. Físicamente, pueden reconocerse por su acabado en espejo. La profundidad de la capa magnética que almacena los datos es de unas 3-8 micras de espesor, dependiendo de la tecnología empleada para aplicar esta capa Estos tipos de platos son los que mas se utilizan en los discos actuales.

Cabezas de lectura/escritura

Existen diferentes tipos de cabeza de lectura/ escritura. Entre las primeras, se cuentan a la cabeza monolítica de ferrita y a la cabeza construida con un block, también de ferrita. Un avance posterior, se dio con el uso de cabezas compuestas, las cuales se fabrican con una mezcla de un material no magnético al que se le agrega una pequeña porción de ferrita.
Las cabezas son el componente mas costoso de un disco duro, y sus características ejercen gran impacto en el diseño y rendimiento del disco duro. No obstante su alto costo, mantienen un diseño básico y un objetivo relativamente simple:
una cabeza es una pieza de material magnético, cuya forma es parecida a una letra "C" con una pequeña abertura (gap); una bobina de alambre se enrolla en este núcleo para construir un electromagneto; de hecho, su estructura es básicamente la misma que la de las cabezas empleadas en las grabadoras de audio convencionales.
Para la escritura en el disco, la corriente que circula por la bobina crea un campo magnético a través del gap, el cual magnetiza a la cubierta del disco bajo la cabeza. Para leer desde el disco, la cabeza sensa un pulso de corriente electrónica que corre por la bobina cuando la abertura pasa por arriba de una reversión de flujo en el disco.
Estructura de una cabeza magnética
Gracias a las mejoras tecnológicas, en la actualidad los bits son empaquetados mas densamente, por lo que el espacio necesario para su grabación se ha ido reduciendo. El bit de información almacenado, da origen a la señal producida por la cabeza cuando esta lo lee; sin embargo, el reducido tamaño del bit ha implicado un mayor reto, pues las cabezas deben flotar aún más cerca del medio de almacenamiento, con el propósito de incrementar la amplitud de la señal.
El siguiente paso en la evolución de las cabezas, fue el diseño de tipo MIG (Metal In Gap o Metal Insertado), en cuyo gap se le introduce una delgada capa metálica para aumentar la capacidad magnética. Esta tecnología también ha sido superada en nuestros días, siendo sustituida por la de cabezas de película delgada, que se describirá a continuación.
Actualmente, muchas unidades emplean cabezas de película delgada, cuya característica es que los elementos estructurales se depositan en un sustrato, de manera muy semejante a como son fabricados los microchips La tecnología de película delgada es un valioso recurso para los fabricantes de cabezas, ya que éstas pueden fabricarse con un menor tamaño y se les puede aplicar un mejor control de calidad.
La mas reciente tecnología de cabezas, llamada "magneto-resistiva" (MR), está diseñada para lograr medios de almacenamiento de muy altas densidades de grabación, en el rango de 1 a 2 billones de bits por pulgada cuadrada (BPSI), en comparación con las densidades de menos de 200 millones BPSI ofrecidas por las tecnologías de cabeza tradicionales.
A diferencia de estas (que consisten en pequeños electromagnetos de inducción), la tecnología MR emplea una forma distinta de realizar la lectura, basándose en un material especial cuya resistencia eléctrica se modifica ante la presencia de un campo magnético.
Una pequeña franja de material magnetoresistivo que se deposita en la estructura de la cabeza, pasa por arriba de los patrones magnéticos del disco, sensa la fuerza del campo magnético y produce pulsos eléctricos que corresponden a las reversiones de flujo. Como este mecanismo no puede utilizarse para escribir, un elemento de escritura inductivo de película delgada es depositado a lo largo de uno de los lados de dicha franja.
La tecnología de la cabeza magneto-resistiva comenzó a aparecer en 1994, y dada su gran aceptación fue incorporada, un año después, en el diseño de discos duros. Asimismo, debido en gran parte al uso de las cabezas MR acopladas con canales de lectura PRML (Manifestación Máxima de Respuesta Parcial, técnica de codificación y almacenamiento de datos), hizo posible que, utilizando un solo plato de almacenamiento, un drive de 1 gb o mas de capacidad fuese realidad.
Esta tecnología ha seguido evolucionando; de hecho, se han diseñado cabezas magneto-resistivas gigantes, las cuales se utilizan en discos duros de muy alta capacidad (arriba de 6 GB). Este nuevo estándar, desarrollado por IBM, promete ser la piedra angular de los discos duros en un futuro cercano, de modo que puedan seguir satisfaciendo la creciente demanda de capacidad de almacenamiento de los usuarios de computadoras personales.

Brazo del actuador y bobina de voz

Para mover las cabezas, es necesario un mecanismo que las desplace lateralmente a través del radio de los platos mientras estos giran; para llevar a cabo este movimiento, se han utilizado dos métodos distintos: un motor lineal y la bobina de voz.
Los discos mas antiguos se apoyaban en un mecanismo muy similar al utilizado en las unidades de diskette para el desplazamiento de cabezas; esto es, un motor de pasos conectado a un brazo encargado del movimiento del conjunto. Este método resultó satisfactorio en unidades con un numero limitado de sectores, ya que en estos casos los tracks que se grababan eran lo suficientemente anchos como para que las ligeras fallas en el posicionamiento de la cabeza (prácticamente inevitables por la misma naturaleza de su movimiento) no afectaran de manera determinante el proceso de grabación y recuperación de datos.
Sin embargo, este método de desplazamiento tenía una inconveniencia: si por cualquier razón el mecanismo se atoraba ligeramente y perdía su posición de referencia, de ahí en adelante todas las lecturas o escrituras se efectuarían en forma incorrecta. Pero además, el mismo calentamiento de los discos por su operación normal, era suficiente para desalinear las cabezas en relación con los tracks en los platos; o algún cambio en la postura de la unidad podía afectar el proceso de recuperación de información (precisamente, en estos discos había que tomar precauciones como formatearlos exactamente en la posición en que fueran a trabajar, y no había que moverlos mientras estuvieran funcionando). Por estas razones, el método del motor de pasos pronto fue desechado y sustituido por las modernas bobinas de voz.
Este método funciona de manera muy similar a como trabajan las bocinas convencionales: una bobina sumergida en un poderoso campo magnético, y a través de la cual circula una corriente cuidadosamente calculada produciendo así una fuerza que desplaza a las cabezas magnéticas sobre la superficie de los platos.
La gran ventaja de este método en comparación con el anterior, es que se trata de un sistema dinámico realimentado, donde en los mismos tracks en que se almacenan los datos también se graban ciertas marcas que le sirven de referencia al sistema de posicionamiento de cabezas; de este modo, conforme se lee o escribe un archivo, el circuito de movimiento de brazo detecta si la posición de las cabezas es la adecuada, y en caso contrario envía ligeras variaciones a la corriente aplicada en la bobina de voz, corrigiendo así la diferencia.
Gracias a este método, los discos duros modernos pueden utilizarse en cualquier posición, absorber vibraciones externas e incluso golpes de varios "G" de intensidad (G, fuerza con que nos atrae la gravedad hacia el piso), sin interferir en la lectura y escritura de datos. Y no sólo ello, gracias a su característica de auto corrección, es posible grabar tracks mucho más finos que con el método anterior, lo que finalmente se traduce en discos de mayor capacidad con un numero reducido de platos.
Partes que componen una bobina de voz típica:
1.-Brazo actuador, donde van montadas las cabezas magnéticas
2.-Bobina de desplazamiento
3.-Conjunto de imanes que producen al campo magnético necesario para el desplazamiento de la bobina.

Por lo que se refiere al brazo del actuador, tan sólo se trata de una palanca metálica en cuyo extremo se encuentran las cabezas magnéticas, sostenidas con un resorte que las impulsa fuertemente contra la superficie de los platos. Todas las cabezas están fijas en el brazo del actuador, por lo que si una de ellas se desplaza, digamos al track 250, todas las demás cabezas efectúan exactamente el mismo movimiento. Es por esta razón que en discos duros no se habla de tracks, sino de "cilindros", ya que todas las cabezas leyendo al mismo tiempo una determinada posición nos remiten precisamente a dicha forma.

Interacción plato-cabeza

Sabemos por lo mencionado anteriormente que por la acción del resorte en el brazo del actuador, las cabezas magnéticas se encuentran en estrecho contacto con la superficie de los discos; también sabemos que los platos en los discos duros giran con una velocidad considerable (entre 3,600 y 10,000 RPM, dependiendo del modelo específico de disco). Entonces, si la cabeza está en contacto con la superficie del disco y éste gira rápidamente, cabría suponer que la fricción entre ambos tarde o temprano provocaría la destrucción de alguno de estos elementos. ¿Cómo se hace para que esto no suceda?
Hay una propiedad dinámica de los fluidos (aire o líquidos), según la cual "no importa la rapidez con se desplace un fluido por una tubería, la velocidad relativa de las partículas adyacentes a las paredes de dicho tubo será prácticamente igual a cero". Dicho en otras palabras, si el aire corre con una velocidad muy alta sobre la superficie de un plato de metal, por fricción entre las moléculas del gas y la superficie del plato, las partículas de aire que se encuentra inmediatamente tenderán a "pegarse" a él. Esta situación se repite exactamente en la situación contraria:
una cámara de aire estático con unos platos girando con gran velocidad. En resumen, sucede que junto con los platos, en su superficie, se mantiene girando una fina capa de aire.
Este pequeño "colchón de aire" es aprovechado por las cabezas magnéticas, que al poseer una forma aerodinámica obligan a esta pequeña capa a comprimirse debajo de ellas, produciendo la suficiente fuerza para elevar al conjunto unas cuantas micras sobre la superficie del plato evitando así el contacto entre ambos elementos y, por lo tanto, impidiendo la fricción.
Gracias a este fenómeno, los discos pueden durar varios años de trabajo continuo, al final de cuya vida útil las cabezas llegan a "viajar" miles de kilómetros sobre la superficie de los platos ¿Pero que sucede cuando se apaga el sistema y los platos dejan de girar? Al no existir el colchón de aire que se forma entre cabeza y plato, estos elementos entran en contacto (en lenguaje coloquial las cabezas "aterrizan"); si esto sucede en una porción del disco donde se tiene información grabada, su integridad puede ser afectada. Para evitar este problema, los discos duros más antiguos tenían fijada una posición de "estacionado" de cabezas (se daba de alta en el Setup) , y antes de apagar su sistema los usuarios debían tener la precaución de dar una orden de "estacionar cabezas" (el famoso comando PARK); entonces el conjunto se desplazaba hacia dicha posición sin datos, con lo que ya podía ser apagada la máquina.
En la actualidad, los fabricantes de discos duros han incorporado un sistema automático que lleva a cabo exactamente esa misma función al momento del apagado .Para ello, se aprovecha la fuerza centrípeta que se genera en un disco Q, recuerda que en los tradicionales discos de audio de acetato, cuando la aguja ya estaba muy gastada. mediante una palanca que asegura al brazo del actuador en dicha posición; de este modo una vez que se ha apagado un disco duro, las cabezas quedan firmemente aseguradas en una posición donde no afectan la información grabada.

Electrónica integrada

Uno de los adelantos que contribuyeron a popularizar los discos duros de tecnología IDE, es que dentro de la estructura de la misma unidad se encuentra la circuitería electrónica necesaria para llevar a cabo una gran cantidad de funciones distintas
-Controlar el flujo de datos desde y hacia el microprocesador.
- Codificar y decodificar los datos que van a ser grabados en los platos.
-Controlar cuidadosamente la velocidad de giro de los discos.
-Controlar la corriente que circula por la bobina de voz, lo que a so vez se traduce en un posicionamiento exacto de las cabezas de lectura/ escritura.
- Verificar que todos los elementos de la unidad funcionen correctamente, mediante un microcontrolador dedicado a esa función.
- Soportar un bloque de memoria que sirve como cache de datos en los procesos de lectora y escritora de información (esto en casi todos los discos modernos).
Debido a que prácticamente todas las funciones principales del manejo del disco duro se han incorporado en esta sección electrónica, la interface entre la unidad y la tarjeta madre es muy sencilla, al grado que se puede incluir en una tarjeta de bajo costo o (el caso mas común en la actualidad) en la misma tarjeta madre. Esto evita que los consumidores tengan que pagar el alto costo que implican las controladoras dedicadas, como sería el caso en las unidades con interface SCSI.

Conclusión

La tecnología de los discos duros modernos es considerablemente mas avanzada que la de los primeros discos que se utilizaron en la plataforma PC; sin embargo, el principio básico de funcionamiento de estas unidades sigue siendo prácticamente el mismo.
Viendo a futuro, podemos esperar que la capacidad de los discos siga aumentando a la par que disminuya el precio por mb de almacenamiento; y mas adelante, cuando los límites impuestos por la física impidan el desarrollo posterior de los discos magnéticos, seguramente se habrán desarrollado nuevas y sofisticadas tecnologías de almacenamiento masivo de información, que nos permitirán satisfacer las crecientes necesidades informáticas.

Estructura física de un disco Duro

Dentro de un disco duro hay uno o varios discos (de aluminio o cristal) concéntricos llamados platos (normalmente entre 2 y 4, aunque pueden ser hasta 6 ó 7 según el modelo), y que giran todos a la vez sobre el mismo eje, al que están unidos. El cabezal (dispositivo de lectura y escritura) está formado por un conjunto de brazos paralelos a los platos, alineados verticalmente y que también se desplazan de forma simultánea, en cuya punta están las cabezas de lectura/escritura. Por norma general hay una cabeza de lectura/escritura para cada superficie de cada plato. Los cabezales pueden moverse hacia el interior o el exterior de los platos, lo cual combinado con la rotación de los mismos permite que los cabezales puedan alcanzar cualquier posición de la superficie de los platos..
Cada plato posee dos caras, y es necesaria una cabeza de lectura/escritura para cada cara. Si se observa el esquema Cilindro-Cabeza-Sector de más abajo, a primera vista se ven 4 brazos, uno para cada plato. En realidad, cada uno de los brazos es doble, y contiene 2 cabezas: una para leer la cara superior del plato, y otra para leer la cara inferior. Por tanto, hay 8 cabezas para leer 4 platos, aunque por cuestiones comerciales, no siempre se usan todas las caras de los discos y existen discos duros con un número impar de cabezas, o con cabezas deshabilitadas. Las cabezas de lectura/escritura nunca tocan el disco, sino que pasan muy cerca (hasta a 3 nanómetros), debido a una finísima película de aire que se forma entre éstas y los platos cuando éstos giran (algunos discos incluyen un sistema que impide que los cabezales pasen por encima de los platos hasta que alcancen una velocidad de giro que garantice la formación de esta película). Si alguna de las cabezas llega a tocar una superficie de un plato, causaría muchos daños en él, rayándolo gravemente, debido a lo rápido que giran los platos (uno de 7.200 revoluciones por minuto se mueve a 129 km/h en el borde de un disco de 3,5 pulgadas)

Direccionamiento

Cilindro, Cabeza y Sector
Pista (A), Sector (B), Sector de una pista (C), Clúster (D)
Hay varios conceptos para referirse a zonas del disco:
  • Plato: cada uno de los discos que hay dentro del disco duro.
  • Cara: cada uno de los dos lados de un plato.
  • Cabeza: número de cabezales.
  • Pistas: una circunferencia dentro de una cara; la pista 0 está en el borde exterior.
  • Cilindro: conjunto de varias pistas; son todas las circunferencias que están alineadas verticalmente (una de cada cara).
  • Sector : cada una de las divisiones de una pista. El tamaño del sector no es fijo, siendo el estándar actual 512 bytes, aunque próximamente serán 4 KiB. Antiguamente el número de sectores por pista era fijo, lo cual desaprovechaba el espacio significativamente, ya que en las pistas exteriores pueden almacenarse más sectores que en las interiores. Así, apareció la tecnología ZBR (grabación de bits por zonas) que aumenta el número de sectores en las pistas exteriores, y utiliza más eficientemente el disco duro.
El primer sistema de direccionamiento que se usó fue el CHS (cilindro-cabeza-sector), ya que con estos tres valores se puede situar un dato cualquiera del disco. Más adelante se creó otro sistema más sencillo: LBA (direccionamiento lógico de bloques), que consiste en dividir el disco entero en sectores y asignar a cada uno un único número. Éste es el que actualmente se usa.

Tipos de conexión

Si hablamos de disco duro podemos citar los distintos tipos de conexión que poseen los mismos con la placa base, es decir pueden ser SATA, IDE, SCSI o SAS:
  • IDE: Integrated Device Electronics ("Dispositivo electrónico integrado") o ATA (Advanced Technology Attachment), controla los dispositivos de almacenamiento masivo de datos, como los discos duros y ATAPI (Advanced Technology Attachment Packet Interface) Hasta aproximadamente el 2004, el estándar principal por su versatilidad y asequibilidad. Son planos, anchos y alargados.
  • SCSI: Son interfaces preparadas para discos duros de gran capacidad de almacenamiento y velocidad de rotación. Se presentan bajo tres especificaciones: SCSI Estándar (Standard SCSI), SCSI Rápido (Fast SCSI) y SCSI Ancho-Rápido (Fast-Wide SCSI). Su tiempo medio de acceso puede llegar a 7 milisegundos y su velocidad de transmisión secuencial de información puede alcanzar teóricamente los 5 Mbps en los discos SCSI Estándares, los 10 Mbps en los discos SCSI Rápidos y los 20 Mbps en los discos SCSI Anchos-Rápidos (SCSI-2). Un controlador SCSI puede manejar hasta 7 discos duros SCSI (o 7 periféricos SCSI) con conexión tipo margarita (daisy-chain). A diferencia de los discos IDE, pueden trabajar asincrónicamente con relación al microprocesador, lo que posibilita una mayor velocidad de transferencia.
  • SATA (Serial ATA): El más novedoso de los estándares de conexión, utiliza un bus serie para la transmisión de datos. Notablemente más rápido y eficiente que IDE. Existen tres versiones, SATA 1 con velocidad de transferencia de hasta 150 MB/s (hoy día descatalogado), SATA 2 de hasta 300 MB/s, el más extendido en la actualidad; y por último SATA 3 de hasta 600 MB/s el cual se está empezando a hacer hueco en el mercado. Físicamente es mucho más pequeño y cómodo que los IDE, además de permitir conexión en caliente.
  • SAS (Serial Attached SCSI): Interfaz de transferencia de datos en serie, sucesor del SCSI paralelo, aunque sigue utilizando comandos SCSI para interaccionar con los dispositivos SAS. Aumenta la velocidad y permite la conexión y desconexión en caliente. Una de las principales características es que aumenta la velocidad de transferencia al aumentar el número de dispositivos conectados, es decir, puede gestionar una tasa de transferencia constante para cada dispositivo conectado, además de terminar con la limitación de 16 dispositivos existente en SCSI, es por ello que se vaticina que la tecnología SAS irá reemplazando a su predecesora SCSI. Además, el conector es el mismo que en la interfaz SATA y permite utilizar estos discos duros, para aplicaciones con menos necesidad de velocidad, ahorrando costes. Por lo tanto, las unidades SATA pueden ser utilizadas por controladoras SAS pero no a la inversa, una controladora SATA no reconoce discos SAS.

Factor de Forma

El más temprano "factor de forma" de los discos duros, heredó sus dimensiones de las disqueteras. Pueden ser montados en los mismos chasis y así los discos duros con factor de forma, pasaron a llamarse coloquialmente tipos FDD "floppy-disk drives" (en inglés).
La compatibilidad del "factor de forma" continua siendo de 3½ pulgadas (8,89 cm) incluso después de haber sacado otros tipos de disquetes con unas dimensiones más pequeñas.
  • 8 pulgadas: 241,3×117,5×362 mm (9,5×4,624×14,25 pulgadas).
    En 1979, Shugart Associates sacó el primer factor de forma compatible con los disco duros, SA1000, teniendo las mismas dimensiones y siendo compatible con la interfaz de 8 pulgadas de las disqueteras. Había dos versiones disponibles, la de la misma altura y la de la mitad (58,7mm).
  • 5,25 pulgadas: 146,1×41,4×203 mm (5,75×1,63×8 pulgadas). Este factor de forma es el primero usado por los discos duros de Seagate en 1980 con el mismo tamaño y altura máxima de los FDD de 5¼ pulgadas, por ejemplo: 82,5 mm máximo.
    Éste es dos veces tan alto como el factor de 8 pulgadas, que comúnmente se usa hoy; por ejemplo: 41,4 mm (1,64 pulgadas). La mayoría de los modelos de unidades ópticas (DVD/CD) de 120 mm usan el tamaño del factor de forma de media altura de 5¼, pero también para discos duros. El modelo Quantum Bigfoot es el último que se usó a finales de los 90'.
  • 3,5 pulgadas: 101,6×25,4×146 mm (4×1×5.75 pulgadas).
    Este factor de forma es el primero usado por los discos duros de Rodine que tienen el mismo tamaño que las disqueteras de 3½, 41,4 mm de altura. Hoy ha sido en gran parte remplazado por la línea "slim" de 25,4mm (1 pulgada), o "low-profile" que es usado en la mayoría de los discos duros.
  • 2,5 pulgadas: 69,85×9,5-15×100 mm (2,75×0,374-0,59×3,945 pulgadas).
    Este factor de forma se introdujo por PrairieTek en 1988 y no se corresponde con el tamaño de las lectoras de disquete. Este es frecuentemente usado por los discos duros de los equipos móviles (portátiles, reproductores de música, etc...) y en 2008 fue reemplazado por unidades de 3,5 pulgadas de la clase multiplataforma. Hoy en día la dominante de este factor de forma son las unidades para portátiles de 9,5 mm, pero las unidades de mayor capacidad tienen una altura de 12,5 mm.
  • 1,8 pulgadas: 54×8×71 mm.
    Este factor de forma se introdujo por Integral Peripherals en 1993 y se involucró con ATA-7 LIF con las dimensiones indicadas y su uso se incrementa en reproductores de audio digital y su subnotebook. La variante original posee de 2GB a 5GB y cabe en una ranura de expansión de tarjeta de ordenador personal. Son usados normalmente en iPods y discos duros basados en MP3.
  • 1 pulgadas: 42,8×5×36,4 mm.
    Este factor de forma se introdujo en 1999 por IBM y Microdrive, apto para los slots tipo 2 de compact flash, Samsung llama al mismo factor como 1,3 pulgadas.
  • 0,85 pulgadas: 24×5×32 mm.
    Toshiba anunció este factor de forma el 8 de enero de 2004 para usarse en móviles y aplicaciones similares, incluyendo SD/MMC slot compatible con disco duro optimizado para vídeo y almacenamiento para micromóviles de 4G. Toshiba actualmente vende versiones de 4GB (MK4001MTD) y 8GB (MK8003MTD) 5 y tienen el Record Guinness del disco duro más pequeño.
Los principales fabricantes suspendieron la investigación de nuevos productos para 1 pulgada (1,3 pulgadas) y 0,85 pulgadas en 2007, debido a la caída de precios de las memorias flash, aunque Samsung introdujo en el 2008 con el SpidPoint A1 otra unidad de 1,3 pulgadas.
El nombre de "pulgada" para los factores de forma normalmente no identifica ningún producto actual (son especificadas en milímetros para los factores de forma más recientes), pero estos indican el tamaño relativo del disco, para interés de la continuidad histórica.